sábado, 1 de febrero de 2014

Todavía andas por ahí...

Llueve y truena afuera. Otra vez, me he pasado los días en casa sin hacer más que leer, escuchar música, ver pelis y mirar la lluvia caer. Bueno quizás he dado una que otra puntada, pero lo cierto es que no he hecho mucho.

He pensado mucho en ti, en el amor que te tenía, que te tengo. Dicen que el amor te hace hacer cosas locas. Pues yo puedo opinar de eso.

Eres el niño más loco que he visto en mi vida.

Fuiste el primero en invitarme a comer, en cargar mis libros, en tomarme de la mano para andar por la universidad. ¿Sabes lo que significó para mí que tomaras mi mano? Creo que no tenías idea. O aquella vez que plantaste un beso en mi frente y dijiste “te quiero mucho”. De seguro ni te acuerdas ya.

Fuiste el primero con quien peleé de jueguito por cosas mías, el primero con quien me colé en una fila, el primero que me invitó a salir, el primero a quien esperé.

Pero ya pasó, ya quedaste atrás, tienes otra vida en un lejano lugar, has cambiado conmigo, con todo, eres otro. Haces cosas que nunca haría el de antes, piensas diferente. Tan liberal, ahora tan conservador… 

Cada niño que conozco, cada chamo en que pienso, no puedo evitar compararlo a ti, al que fuiste.


Quizás nunca te conocí bien.